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  • Mantener el interés de los menores es clave para que el aprendizaje sea efectivo. Y en verano, cuando están pensando en cualquier actividad menos en estudiar, la motivación es clave. Por eso, una de las formas más prácticas y atractivas de conseguir que repasen y aprendan sin que se den cuenta es a través de los conocidos como retos semanales: actividades breves que promueven la participación, despiertan el pensamiento crítico y ayudan a consolidar los contenidos más importantes, siempre teniendo en cuenta su nivel y sus necesidades. Lo mejor de todo es que se adaptan a las principales asignaturas. Estos son los mejores retos semanales para repasar este verano. 

Dinámicas para explorar el lado más divertido de la asignatura de Lengua

Entre sus utilidades en el área de Lengua destacan su capacidad para mejorar la ortografía, la gramática, el vocabulario y la comprensión lectora. 

  • Juegos de vocabulario: dinámicas centradas en descubrir sinónimos, antónimos y palabras con doble sentido para ampliar el léxico y mejorar la precisión lingüística.
  • Lectura y comentario de textos: estos desafíos consisten en analizar fragmentos literarios o artículos, fomentando una comprensión profunda y crítica.
  • Sopas de letras y crucigramas temáticos: actividades lúdicas que ayudan a fijar la correcta escritura de las palabras y a familiarizarse con nuevos términos.
  • Propuestas de escritura creativa: redactar relatos breves, poesías o historias que estimulan la imaginación y desarrollan la capacidad de expresión.

Qué deben tener los retos semanales para despertar la curiosidad matemática

Los retos semanales para repasar matemáticas pueden adoptar diversas formas para atender diferentes niveles y objetivos. Algunos ejemplos son:

  • Problemas contextualizados: ejercicios basados en situaciones cotidianas en los que es necesario aplicar conceptos como porcentajes, proporciones o nociones de geometría, ayudando a ver la utilidad de las matemáticas en la vida diaria.
  • Actividades de cálculo mental: desafíos pensados para entrenar la rapidez y la precisión en sumas, restas, multiplicaciones y divisiones.
  • Pasatiempos numéricos: juegos con números como sudokus, series lógicas o criptogramas.
  • Retos de lógica y razonamiento: invitan a pensar de forma analítica y creativa para hallar soluciones originales y desarrollar el pensamiento crítico.

Investigar el entorno a partir de lo cotidiano

Algunas ideas de retos semanales para trabajar la ciencia de manera dinámica y divertida son:

  • Un viaje por el sistema solar: asignar un planeta, un satélite o cualquier cuerpo celeste para que lo investigue.
  • Experimentos caseros paso a paso: proponer que realicen un experimento sencillo utilizando materiales que se tengan en casa.
  • Diario de observación de la naturaleza: elegir un fenómeno natural, una planta o un insecto para observar durante varios días.
  • Responde a una pregunta curiosa: plantear una cuestión que les sorprenda y les motive a investigar: ¿cómo se forma el arcoiris? o ¿por qué el cielo es azul?
  • ¡A reciclar! sugerir la creación de un objeto útil a partir de materiales reciclados. 
  • El científico o científica de la semana: investigar y presentar de forma creativa la vida y los descubrimientos de un personaje clave de la historia de la ciencia.

Referencia de información: www.edutopia.org
Imagen libre de derechos: Unsplash – Kids Activity

¿Sabías que los menores pierden hasta un 30% de su progreso en matemáticas si no hacen nada educativo durante las vacaciones? Así lo constata un estudio publicado en la Universidad de Harvard, que analiza cómo las largas temporadas de descanso pueden suponer la pérdida de parte del conocimiento adquirido durante el curso. Para evitarlo, es fundamental proponer actividades lúdicas con valor pedagógico como las que recogemos a continuación. ¡Ayudan a mantener la mente activa en verano!

Ciencia al aire libre

Realizar experimentos es una buena forma de aprender sobre ciencia de manera práctica a la vez que se desarrollan la observación y la curiosidad. Existen muchas posibilidades: observar plantas para comparar sus hojas, investigar sobre la fotosíntesis, descubrir cómo crecen las raíces en un tarro transparente, crear volcanes con bicarbonato o explorar reacciones con vinagre y colorantes, entre otros.

Gymkhana de retos didácticos

Organizar una búsqueda del tesoro por casa o el parque con pistas que impliquen resolver acertijos, sumar puntos o descifrar códigos, refuerza habilidades como la atención, el pensamiento lógico o la comprensión lectora. Se puede ambientar en un tema (piratas, exploradores, detectives…) y adaptar a distintas edades.

Laboratorio de cocina saludable

Cocinar juntos en verano es mucho más que preparar una receta: es aprender a leer instrucciones, usar medidas, clasificar ingredientes y observar cambios físicos y químicos. Desde galletas infantiles hasta recetas veraniegas o helados, cualquier propuesta es válida si permite fomentar hábitos saludables y, al mismo tiempo, reforzar habilidades matemáticas.

Club de lectura

mantener la mente activa

Escoger un cuento corto y representarlo en familia convierte la lectura en una experiencia divertida y participativa. Cada niño o niña puede elegir un personaje, disfrazarse, crear decorados o inventar nuevos finales. Esta dinámica fomenta la lectura en voz alta, mejora la comprensión lectora, estimula la memoria y refuerza la expresión oral.

Referencia de información: www.edutopia.org
Imagen libre de derechos: Unsplash – Kids Activity

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